Consejos para mejorar la privacidad online
[divider height=”30″ style=”default” line=”default” color=”” themecolor=”0″]
La privacidad es un derecho humano que estamos acostumbrados a obviar en el mundo cibernético. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué somos tan celosos con nuestra vida privada pero cedemos datos a diestra y siniestra cuando nos conectamos a internet, incluso optando por lo más sencillo por encima de lo más seguro?
Existe la falsa creencia de que navegar por la red es una actividad anónima y segura, pero esto no es del todo así. Prácticamente toda la información que se transmite por internet es archivable, y esto incluye datos que no sabemos que estamos transmitiendo. Los proveedores de internet y los sitios que visitamos suelen recopilar y registrar esta información. Luego, mediante acciones ilícitas, existen hackers que pueden apropiarse de nuestros datos.
Argentina es uno de los países latinoamericanos pioneros en materia de seguridad digital y derechos a la privacidad de datos, ya que cuenta con la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, que vela por la protección integral de los datos privados. Aún así, el conocimiento popular en este tema deja mucho que desear.
Tanto en el ámbito empresarial como en la vida privada, es importante conocer las acciones que son necesarias seguir para asegurarse una navegación segura. Es por eso que compartimos estos consejos y sugerencias aplicables de manera sencilla, para mejorar nuestra experiencia online, tanto en el ámbito doméstico como corporativo.
- Contar con un antivirus con las actualizaciones al día, para protegerse de ataques y posibles infecciones.
- Instalar un firewall en todo dispositivo que tenga acceso a internet, para evitar las entradas no autorizadas.
- Utilizar navegadores seguros, y mantenerlos actualizados. Limitar la instalación de extensiones siempre que sea posible, sólo a aquellas desarrolladas por entidades confiables.
- Visitar únicamente páginas web seguras, identificables por estar precedidas por un https, en lugar de http, verificando la URL para evitar casos de phishing, y comprobando si es necesario con otras referencias seguras.
- Comprobar los ajustes de privacidad en las redes sociales. Por defecto, las políticas de privacidad son bastante permisivas, al cambiar los ajustes tenemos más control sobre lo que decidimos compartir y a quién.
- Utilizar contraseñas seguras. Es quizás el consejo más evidente y el menos seguido. Lo recomendable es que tenga 12 caracteres o más, y usar una diferente para cada sitio. Para mantenerlas ordenadas es recomendable usar un gestor de contraseñas, el cual puede perfectamente incorporarse al móvil. Para uso corporativo, pueden evitarse contraseñas utilizando soluciones SSO.
- Cuidar qué información compartir online. Es mejor tener cuidado al registrarnos con nuestro correo electrónico y/o número de teléfono, para evitar spam y llamadas molestas.
- Comprobar permisos antes de instalar. Muchas aplicaciones y extensiones móviles solicitan permisos intrusivos de manera encubierta. Es importante prestar atención a qué estamos accediendo al instalar una aplicación nueva.
- Actualizar la privacidad de las redes WiFi. Un router inseguro permite que entren desconocidos en nuestra red. Para evitar esto, es de suma importancia mantener actualizada la seguridad del dispositivo.
- Cifrar la información antes de subirla a la nube. Estas opciones de seguridad son configurables desde el servicio que utilicemos para almacenar y compartir los datos.
- Usar el sentido común. Por último, quizás lo más importante, es juzgar por nuestra propia cuenta si consideramos que un sitio, aplicación, o acción es segura, y mantenerse alerta a posibles amenazas.